A la sombra de los 43, muchos más han desaparecido en México
Por CHRISTOPHER SHERMAN:
La mañana de su graduación del bachillerato, un tiroteo en el centro de la ciudad hizo que Berenice Navarijo Segura retrasara su salida para ir a peinarse y maquillarse.
Su madre se había levantado antes del amanecer a preparar la barbacoa de chivo y frijoles para la celebración, y no quería que su hija se arriesgara a salir. Su hermana, que había preparado suficiente salsa para los 60 invitados, intentó demorar a la animada joven de 19 años haciéndole preguntas:
--"'Bere'... ¿'tu cartera'?"
--"Bere, ¿tu celular?".
Su familia llamaba "Princesa" a Berenice. Ella ya había pagado el dinero para peinarse y estaba decidida a verse muy bien ese día. Acostumbrada a evitar las balaceras en una región plagada por los carteles de las drogas, Bere esperó sólo 20 minutos después de que pararon los disparos y antes de salir de casa prometió que regresaría rápido.